La unidad de almacenamiento es uno de los componentes más importantes en todas las computadoras. En este sentido, quizá se pregunté si vale la pena actualizar a un SSD, un dispositivo que ya lleva algo de tiempo en el mercado y cada día es más popular.
Una unidad estado sólido es mucho más rápida, compacta y silenciosa, sin olvidar que ofrece la capacidad de integrarse con mucha más facilidad. Además, sus precios son cada vez más accesibles, en vista de que se ha estandarizado su uso en el mercado.
Por supuesto, no es cuestión de simplemente comprar un SSD e instalarlo en su máquina, pues hay que analizar algunos aspectos que le ayudarán a tomar una buena decisión. En este artículo hablaremos sobre todos ellos para que determine qué es lo más conveniente para usted.
¿Qué es exactamente un SSD?
Un SSD es un componente de computadora que tiene la finalidad de almacenar datos, ya sean archivos, documentos, programas, videojuegos, videos, imágenes, entre otros. Técnicamente hablando, cumple con la misma función que un disco duro convencional, pero con algunas ventajas adicionales.
La diferencia principal de una unidad de estado sólido es que esta carece de partes móviles. Como indica su nombre, toda su estructura es sólida, así que no dispone de piezas mecánicas, como sí ocurre con un disco duro clásico.
Aparte del factor de forma, también hay cambios notorios en su desempeño, especialmente en el apartado del rendimiento.
¿Por qué cambiar a un SSD?
La idea de cambiar un disco duro por un SSD va mucho más allá que simple moda o el capricho de tener una pieza de última tecnología. En realidad, este cambio pronto se va a considerar como obligatorio e incluso dejarán de comercializarse los discos comunes y corrientes.
En la actualidad, todavía se utiliza la tecnología mecánica de los discos duros para el almacenamiento de las computadoras. Aun así, se estima que dentro de algunos pocos años estas piezas quedarán completamente obsoletas.
Por esta razón, en lugar de tener que esperar a que esto ocurra, puede ir pensando en realizar un cambio. Hace algún tiempo, las unidades de estado sólida eran realmente costosas e inaccesibles para la mayoría de los usuarios, pero eso ha cambiado recientemente.
Existen decenas de modelos de SSD con muy buenos precios y una capacidad decente para la mayoría de los usuarios.
6 Ventajas de cambiar un HDD por un SSD
La diferencia entre un disco duro y una unidad de estado sólido es abismal y existen muy pocas circunstancias en las que sea preferible quedarse con un HHD, de las que hablaremos más adelante. Pero si usted está pensando en dar el salto a esta nueva tecnología, tenga en cuenta que disfrutará de lo siguiente:
1. Mayor rapidez
Esta es la característica principal de los SSD, y es que la velocidad es hasta 10 veces superior a la de un disco duro, y esto en los modelos más sencillos. Nos referimos tanto a la búsqueda de datos como a la escritura, y por supuesto a la lectura.
Por lo tanto, tendrá que esperar mucho menos tiempo hasta obtener ese flujo de datos que necesita. Por ejemplo, es posible que deba pasar archivos de una partición a otra, que esté instalando algún programa o que vaya a abrir un videojuego. Todo se hace con rapidez, y en ocasiones hasta de forma instantánea.
2. No hay que desfragmentar
Una de las cosas más comunes en los discos duros es que se fragmentan con el paso del tiempo, en vista de tanta escritura que se hace en ellos. Esto lleva a que sea requerido desfragmentar el disco cada cierto tiempo para que mejore su rendimiento y la computadora no se ponga lenta.
Esto no ocurre en las unidades de estado sólido, lo que aumenta notablemente la experiencia de usuario. En armonía con el punto anterior, los programas y el equipo en general funcionan con mucha más velocidad.
3. Más vida útil
En el momento de la salida al mercado de los SSD, tenían la desventaja de que su vida útil no era tan larga. De hecho, no podía equiparar sus años de duración con un disco duro, y sumando su precio más elevado, había personas a las que no les parecía oportuno realizar el cambio.
Afortunadamente, se ha ido mejorando cada vez más la tecnología de los SSD, y hoy por hoy presentan mayor resistencia y vida útil que un disco duro. Gracias a que no disponen de componentes móviles, no se van a dañar en caso de vibraciones, golpes o incluso caídas.
De la misma manera, producen menos calor, así que sufren de un desgaste más reducido.
4. Menor consumo energético
La razón por la que estos dispositivos casi no se calientan es que necesitan muy poca energía para funcionar. Esto ofrece numerosas ventajas, como por ejemplo, convertirse en componentes ideales para computadoras portátiles. Como consecuencia, la batería tendrá mucha más autonomía.
Y aunque no lo crea, verá este beneficio reflejado en la factura de la electricidad a final de mes.
5. Menos ruido
Nuevamente, una característica derivada de no tener partes móviles. Una unidad de estado sólido es prácticamente imperceptible, así que no tendrá que preocuparse por sonidos extraños en su computadora.
6. Fácil instalación
Para finalizar, instalar una unidad SSD es mucho más sencillo que un disco duro habitual, y por varias razones. La primera de ellas es el tamaño compacto, pues las dimensiones de un SSD son mucho más pequeñas que las de un HDD, tanto que algunos modelos se parecen a una memoria RAM.
Por este motivo, no hacen falta grandes bahías para instalar una de estas unidades. Adicionalmente, hay modelos que se instalan no en los puertos SATA, sino en los PCI, justo como si se tratara de una memoria o tarjeta gráfica.
¿Cuándo cambiar a un SSD?
Como hemos dicho antes, hay muy pocas circunstancias en las que no sea práctico instalar una unidad de estado sólido en su computadora. La más evidente de todas es si o no es un usuario muy habitual de su PC, y sólo la tiene para hacer tareas básicas.
En situaciones como esta, si usted se encuentra a gusto con su computadora y no le da problemas, tampoco es obligatorio que haga el cambio. Es verdad, la computadora va a encender más rápido con un SSD y abrirá los programas con mayor velocidad. No obstante, si no requiere sacarle un mayor partido a su PC, puede prescindir de este dispositivo.
Ahora bien, a continuación presentamos los momentos en los que resulta prácticamente imprescindible dar el salto a un SSD:
Usuarios de portátiles
Las computadoras portátiles tienen un problema bastante común entre todos sus modelos: la batería nunca dura lo suficiente. Si sustituye el HDD por un SSD, la autonomía será más elevada, tal como hemos dicho antes.
Por otro lado, también es común que los discos duros de las laptops fallen o incluso se estropeen por completo. No tenga ninguna duda en comprar un SSD para realizar la reparación y por nada del mundo adquiera nuevamente un HDD, porque la diferencia de precio que se va a ahorrar no merece la pena.
Usuarios de videojuegos
Probablemente las personas que se dedican al gaming son las más beneficiadas de un SSD. Los videojuegos deben cargar una gran cantidad de texturas, haciendo los tiempos de espera bastante largos, ya sea en la pantalla de carga o al abrir el videojuego.
Una unidad SSD mejora cuantiosamente la experiencia de usuario, sobre todo en las entregas más actuales.
Diseñadores gráficos
Como en el caso anterior, los diseñadores necesitan procesar una gran cantidad de texturas y manejar muchos recursos, como imágenes o vídeos. Aunque es verdad que la tarjeta gráfica y el procesador son lo más importante, una unidad SSD contribuye en gran manera a obtener un mejor rendimiento.
Servidores
Quienes desarrollan aplicaciones virtualizadas u ofrecen servicios de servidores también se han visto beneficiados de la implementación de las unidades de estado sólido. El rendimiento se acelera en gran medida y se optimizan todos los recursos.
¿Vale la pena poner un SSD a una computadora vieja?
Esta es una de las preguntas más frecuentes, pero la respuesta sigue siendo la misma en la mayoría de las ocasiones: sí, es lo más recomendable. Claro está, hablamos de máquinas que tengan por lo menos un conector Sata, que es lo mínimo que se necesita para instalar un SSD.
Piense en esto: un disco duro mecánico en perfectas condiciones puede alcanzar una velocidad de 250 MB/s en lectura y 100 MB/s de escritura con un cable Sata. Usando el mismo puerto, pero con un SSD, es posible aspirar a 550 MB/s tanto en lectura como en escritura.
En definitiva, si tiene el presupuesto necesario y desea aumentar notablemente la velocidad de su computadora, lo mejor que puede hacer es comprar una unidad de almacenamiento sólido.